La Asociación sigue apoyando la iniciativa promovida hace un mes por algunos de los principales estudios de fotografía y alquiler de equipos de Madrid y Barcelona, con el objetivo de desarrollar un plan de contingencia común de seguridad contra la COVID-19. Actualmente, más de 70 estudios y empresas de alquiler de material fotográfico y videográfico de toda España ya forman parte de este proyecto.
El plan, que se puso en funcionamiento el pasado lunes 4 de mayo con la reanudación de la actividad laboral en el sector, para proceder a adaptar tanto espacios como procesos a las nuevas normativas, es el resultado de numerosas reuniones virtuales y que implica ya a estudios y a empresas de Madrid (32), Barcelona (35), Valencia, Bilbao, San Sebastián, Sevilla, Marbella, Palma de Mallorca e Ibiza.
El protocolo contiene una completa serie de medidas destinadas a ofrecer la máxima seguridad de todos los servicios de alquiler de espacios y equipos con el conocimiento y aprobación de los expertos en materia de prevención de riesgos laborales, además, sigue de forma estricta la normativa del Ministerio de Sanidad y de los diferentes gobiernos autonómicos según pertenencia geográfica. El plan de contingencia se ha convertido en un manual de seguridad común y representa una propuesta colaborativa sin precedentes en el sector.
La excepcionalidad del momento por la Covid-19 ha traído consigo un esfuerzo y una estrategia común claramente beneficiosa, de la que empresas y clientes salen sin duda fortalecidos. La idea no es otra que garantizar un servicio seguro desde un punto de vista sanitario, y siempre bajo los mismos parámetros de ejecución sin distinción de a qué empresa se solicite. Todo pasa por ofrecer los servicios habituales con absoluta seguridad y confianza, disponiendo de espacios y material que sean seguros para todos las personas que participan en una producción.
La iniciativa, totalmente espontánea, informal, auto-gestionada y sin, por el momento, ninguna existencia jurídica, es una unión de muchas fuerzas con objetivos comunes. El trabajo de estos días no sólo se ciñe al listado común de las pautas reglamentarias a seguir, sino también a sinergias en tareas logísticas, tales como la adquisición de equipos de protección individual homologados, valoración de los métodos de desinfección más adecuados, identidad gráfica común, asesoría legal y soporte técnico.
Estudios y empresas del audiovisual han acordado trabajar unidos en defensa de su operatividad y su aportación al total del PIB dentro de las actividades vinculadas al sector cultural, que alcanza el 3,2%, conscientes de la importancia de su viabilidad. De su impacto depende, en parte, casi el 28% del conjunto de las actividades culturales, tales como producciones, televisión, publicidad, cine y vídeo.